En Guatemala no pasan 10 minutos sin que el Ministerio Público reciba una denuncia de violencia contra la mujer. Cada año, miles de mujeres piden ayuda por ser víctimas de desconocidos y de personas que forman parte de su círculo familiar. Conviven con sus agresores y, por eso, permanecer en aislamiento durante la cuarentena se convierte en una situación peligrosa. Estos son los riesgos y las vías para presentar denuncias.

POR KIMBERLY LÓPEZ / 21 MARZO 2020.

Cada día, el delito más denunciado en todo el país es la violencia contra la mujer.

En 2018, el Ministerio Público recibió 54,404 denuncias de víctimas de violencia psicológica, física o sexual contra niñas, adolescentes y mujeres adultas.

En 2019 el número subió a 59,409. Y solo en lo que va del 2020 ya se han registrado 13,244 denuncias. Es el pan diario de muchas mujeres.

—La violencia es una realidad que persiste. En la gran mayoría de casos de violencia en contra de mujeres los agresores son los esposos, hermanos, papás, abuelos—, asegura Dorotea Gómez, defensora de la Mujer, de la Procuraduría de los Derechos Humanos (PDH).

Según el monitoreo realizado por la PDH, en vez de disminuir, en los últimos ocho años la violencia en contra de niñas y mujeres ha aumentado. También se han elevado las cifras de violencia sexual en niñas y adolescentes. En esos casos, los agresores son personas cercanas, que conviven a diario con ellas.

El Observatorio de Salud Sexual y Reproductiva (OSAR) reportó que, de enero a octubre de 2019, se registraron 69,158 madres comprendidas entre las edades de 10 a 19 años. De ese total, 2,628 tenían entre 10 a 14 años.

Bajo el mismo techo con el agresor

El hecho de que los convivientes y familiares del círculo cercano violenten a mujeres pone en un riesgo mayor a todas las que, durante el aislamiento social ocasionado por el coronavirus pasarán varios días encerradas con sus agresores.

Es un riesgo que varias instituciones a favor de las mujeres han analizado en medio de las medidas que se han tomado para contener la propagación del virus global..

—En contexto de emergencia aumentan los riesgos de violencia contra mujeres y niñas, especialmente violencia doméstica—, advirtió la Oficina Regional de ONU Mujeres para las Américas y el Caribe apenas el virus empezó a afectar a los países de la región.

Según la advertencia, en medio del encierro para evitar el virus, las mujeres se enfrentarán a otro gran problema: la violencia de parte de sus parejas o familiares. Y peor aún, con pocas posibilidades para huir de situaciones violentas o acceder a órdenes de protección.

—El impacto económico de la pandemia puede generar barreras adicionales para dejar una pareja violenta así como mayor riesgo de explotación sexual—, señaló la Organización.

¿Más denuncias por violencia contra la mujer?

El primer caso de coronavirus en Guatemala se reportó el 13 de marzo. Las restricciones laborales y comerciales impuestas por el Gobierno fueron anunciadas 3 días después. Desde entonces, el aislamiento social ha sido una de las principales recomendaciones.

Decenas de empresas enviaron a sus trabajadores a sus casas y con la suspensión del transporte público, cientos de personas se han quedado en aislamiento desde sus hogares.

Desde entonces, la PDH activó mensajes para recibir llamadas de denuncia por violencia al 1555.

Una vez recibidas se trasladan a la Fiscalía correspondiente en el Ministerio Público, que es la instancia que debe dar seguimiento a estos casos y que, a pesar de la crisis de salud, continúa funcionando.

—Llevamos 4 días en cuarentena y no hemos visto un aumento en denuncias de parte de mujeres, pero sabemos que es un riesgo latente—, explicó la procuradora a cargo.

Según la fiscal titular de la Mujer, Yolanda Sandoval, durante estos últimos días han recibido denuncias a través de la línea 1572 pero no precisamente sobre situaciones de violencia.

—Las denuncias han disminuido, lo que ha estado preguntando es cómo evitar el coronavirus—, asegura.

Normalmente, a través de ese número reciben de 20 a 30 denuncias diarias. En el transcurso de esta semana se ha disminuido de 15 a 20.

Una mujer víctima de violencia, tomada en diciembre de 2016.

Es difícil denunciar con el agresor a la par”

Paula Barrios, representante de Mujeres Transformando el Mundo (MTM), teme que durante la paralización de labores y crisis de salud las mujeres en riesgo tengan la sensación de que no pueden acudir a instancias de justicia.

Aunque las denuncias no han aumentado en los primeros días de cuarentena, Barrios considera que otros factores pueden detener el impulso de las mujeres a presentar una denuncia.

—Muchas tienen al agresor a la par y es complicado emitir una denuncia en esas condiciones—, agrega.

En ese escenario lo ideal sería que existieran planes a nivel municipal para responder a los casos de violencia contra mujeres desde las colonias y comunidades.

—En realidad esta pandemia representa un problema para las mujeres, desde muchos puntos de vista. En principio afecta la dinámica diaria de la familia, la situación económica de las madres solteras que dependen de su trabajo cotidiano y eleva el riesgo de que sean víctimas de violencia desde su casa.

Sin embargo, el proyecto de reactivación económica planteado desde la Presidencia no menciona un plan enfocado en las mujeres como grupo vulnerable durante el paso de la pandemia.

“La pobreza, la falta de alimentos incrementa la violencia contra la mujer y pueden experimentar violencia de hijos a madres, también desde la pareja—, advierte Barrios.

Sebastiana Par, autoridad, líder indígena y parte del Consejo de pueblos del Quiché, cuestiona que el riesgo es aún más alto para las mujeres indígenas que permanecerán aisladas desde distintos departamentos.

En lugares a los que la tecnología llega con dificultad y la movilización ha sido difícil a partir de las medidas impuestas por el gobierno.

—Uno de los peligros es el riesgo que corren las mujeres dentro del hogar y otro es que por falta del derecho de organización quedamos aún más vulnerables. La organización activa siempre minimiza los riesgos—, explica.

Muchas mujeres desconocen los canales para presentar denuncia y las que saben en dónde presentarlas tienen dificultades para trasladarse, no cuentan con transporte.

¿A dónde pedir ayuda?

La procuradora Dorotea Gómez insiste:

—El mensaje clave para las mujeres de todas las edades es que rompan el miedo y puedan denunciar todo tipo de violencia, que se sientan en la libertad y seguridad de hacerlo.

Cualquier mujer que sea víctima de alguna agresión psicológica, física o sexual puede denunciar vía telefónica a través de las siguientes líneas:

• 1572 Ministerio Público
• 1555 Procuraduría de los Derechos Humanos
• 110 Policia Nacional Civil
• 123 Bomberos Municipales
• Activar el botón de pánico a través de la aplicación móvil “Reportes MP”

Kimberly López, periodista guatemalteca.

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