“En el corazón de la ensenada verde sumergimos nuestras pisadas en busca de almejas, para hacernos con ellas un collar de conchas y tejer con los hilos del cosmos una redecilla grande para pescar la esperanza, para cultivar el agua, una a una salía las bocas del Polochic diciendo sus verdades, contando las historias de ese río itinerante. En el corazón de la ensenada verde, nacieron las hijas de la tierra.”[1]
2 de Mayo de 2022, por Por Lucia Ixchiu
En medio de un salón lleno de gente conocí a María Magdalena Cuc Choc, mujer Maya Q’eqchi, hablando sobre los derechos de las mujeres y sobre la situación de la violencia en los hogares, dando su testimonio, incomodando a algunos machos que por ahí la escuchaban.
Su mirada de ternura y su voz contundente y fuerte, me dieron muchas certezas, me abrieron puertas y pusieron frente a mí, una realidad doliente, vibrante y sentida para las mujeres Q´eqchi de la región del Valle del Polochic; fue María quien reconoció el cuerpo del profesor Adolfo Ich[2] cuando fue asesinado.
Entre muertos, masacres y violaciones sexuales, María ha levantado su voz en la región y el accionar político de las mujeres en el área desde que era muy joven, María tiene merito propio para ser quien es en la historia, pero su origen y relación familiar, la han llevado a conocer la prisión política conjuntamente con su hermano Ramiro Choc[3], quien fue detenido y condena injustamente hace más de 13 años así como la esclavitud en su familia vivieron como mozos colonos.
Mucho se ha escrito y documentado sobre la prisión política y la criminalización, pero eso no significa que deje de doler, el despojo colonial vigente en nuestro territorio, va más allá de conceptos o discursos aprendidos, es una realidad que nos pasa por el cuerpo y a unas nos pasa de distinta manera. La criminalización no es nada nuevo para los Estados-nación y las democracias occidentales que inventaron sus leyes y sus cárceles para imponerlas a costa de nuestras tierras, de nuestras vidas y de nuestras cosmogonías.
Cuando hablamos de la colonia vigente, nos referimos a un sistema de justicia funcionando a partir de los intereses de los dueños de la finca, por más anticuado o atrasado que se encuentre en el plano del lenguaje esta terminología sigue vigente, Guatemala esta situada en la colonia, quizás de alguna manera simule ser otra cosa, pero su relacionamiento político, ideológico y sociológico es a partir de los mandatos coloniales.
Los terratenientes siguen pensando que Guatemala les pertenece, que las personas y pueblos les pertenecemos como mano de obra barata y cualquiera que se salga de esa lógica y de ese rol que decidieron establecer para nosotros, tiene que ser disciplinado, desaparecido, masacrado y también encarcelado.
Por eso nos aferramos a la libertad, a lucharla en colectivo, por que sabemos que abrir y construir la libertad ha sido una tarea por más de 529 años en negarnos a la domesticación, de negarnos a la imposición de sus sistemas de pensamiento.
La invención de un caso espurio y falso para criminalizar a María Choc corresponde a ese orden colonial vigente, que un terrateniente de apellido Lainfiesta quiera culparla y usar el sistema de justicia y a su antojo como patrón y dueño de finca, no es más que la reproducción del mismo teatro de siempre. Como ven, nada ha cambiado. Varios siglos igual.
No callar, nunca renunciar, no rendirse, son mandatos que hemos construido en multiplicidad de complicidades, pedir la libertad por María Choc no es solo una necesidad sino una obligación para continuar ese la lucha permanente y constante de la liberación de los pueblos.
Cuando decimos que sanando yo, sanas tú, va implícito el liberándote tú, me libero yo, por que no podemos hablar de sanación colectiva con la prisión y criminalización de nuestras hermanas, porque el concepto de libertad es interdependiente y está conectado con muchas otras realidades, porque nuestras lógicas colectivas, rompen con la mirada individual de su sistema de pensamiento individual hegemónico y único.
María es Inocente y así como hoy exigimos su libertad, la cual sabemos que le pertenece y de esa forma, también lograremos nuestra libertad colectiva.
¡Libertad Para Maria Choc!
Visto en : https://www.prensacomunitaria.org