En el año 1998 comenzaron varios grupos de mujeres que se atrevieron a solicitar un microcrédito para crear una pequeña iniciativa productiva que les ayudase a mantener una actividad laboral, así como complementar con unos ingresos la economía familiar. Por entonces, aquello se trataba tan sólo de una experiencia piloto de la mano de una Cooperativa local del municipio de Aguacatán (Departamento de Huehuetenango en Guatemala). Iniciaron 8 grupos a los que en años sucesivos se fueron incorporando otros 8 más. De estos grupos algunos se fueron reenganchando y continuaron en la dinámica de volver a solicitar el crédito que previamente iban devolviendo. Estos créditos se iban complementando con formación adecuada para continuar en el proceso, formación que iba desde, cómo llevar una pequeña contabilidad o formar una cooperativa, hasta formas de incrementar el valor de los productos de sus empresas (por ejemplo aprender a elaborar queso si el microcrédito se usó para comprar una vaquita), así mismo formación en promoción de la participación, de sus derechos, …
Como en todos los procesos humanos, la búsqueda de autonomía de las mujeres de Guatemala también es lenta. De todos los grupos que surgieron en Aguacatán, sólo uno ha perdurado, el Banco Comunal La Asunción.
Han pasado más de 12 años y el Banco Comunal La Asunción nos dice adiós. Ya puede caminar solo sin necesidad de solicitar más crédito, han llegado a ser autosuficientes y alcanzar su propia autonomía.
Nosotras/os también empezamos con ellas a trabajar en este tipo de proyectos y aprendimos de sus iniciativas y propuestas, juntas/os hemos ido creciendo en esto de la Cooperación para el Desarrollo.
Muchas gracias a las Mujeres de Aguacatán.