Esta entrada ha sido escrita por Josep Giralt, de la Fundación Vicente Ferrer. Esta organización celebra junto con Institut de Estudis Fotogràfics de Catalunya, Oxfam Intermón y Médicos Sin Fronteras unas jornadas en Barcelona desde hoy y hasta el viernes. Toda la información aquí.

El camino al progreso parece no tener un rumbo fijo, sin objetivo, ni fin. Nos encontramos ante un momento histórico de cierta incertidumbre, de no saber a dónde nos lleva,  mucho menos a dónde se quiere ir. El objetivo de vivir en paz, en equidad, con justicia y en equilibrio vital con nuestro entorno corre el riesgo de perderse por el camino, porque el proceso de socialización y educación se ha trasgiversado poniéndose sólo al servicio de un progreso convulsivo. La técnica ha de estar al servicio de la humanidad y no al contrario.Los avances tecnológicos, también en fotografía, han de ser un medio y no un objetivo en sí mismos. Un medio para promover valores humanos, para aproximar nuestro entorno vital en coherencia.

 

Para revertir esta situación la solución a largo plazo es la educación y la toma de conciencia de los seres humanos. Es ahí donde se precisa hacer progreso y desarrollo. Lo primero es generar conciencias críticas, razonar, pensar y sentir con autonomía. La fotografía puede ayudar en dicho proceso. Revertir la educación que sólo nos inculca competir, producir y consumir. Prepararnos para ser mejores personas, para fortalecer la humanidad, como afirmaba Vicente Ferrer. Y desmentir a quienes auguran que no existe alternativa a este desarrollo, porque se puede generar un cambio: el ser mejores personas en vez de ser mejores en acumular cosas. La alternativa es la educación que siembra y cosecha humanidad, de sabernos y sentirnos parte de la naturaleza y no dioses y controladores de todo.

Hemos de recuperar y apoderarnos críticamente de los espacios de educación, de desvincularlos de objetivos meramente lucrativos y técnicos, donde se enseñe no sólo a hacer las cosas sino a comprender el cómo son y el sentido que tienen. La  fotografía social ha de favorecer la comprensión y el sentido de la realidad que muestra, no sólo ver en ella la técnica que fue aplicada para reflejarla. En el fondo, como dijo Roland Barthes, la fotografía es subversiva, y no cuando asusta, transtorna o incluso estigmatiza, sino cuando es pensativa. 

En este sentido, mostrar la exclusión social, las discriminaciones, la pobreza, las inequidades o cualquier situación de injusticia a través de la fotografía le otorga a esa realidad mostrada una connotación fidedigna, creíble y necesaria.

Es indiscutible que la imagen transmite valores, genera cultura y ayuda a transformar realidades. Tenemos muchos ejemplos en este sentido, como el del conocido Lewis Hine que ya en 1908 realizó reportajes documentando el trabajo de los menores en la sociedad de principios del siglo XX y consiguiendo que los legisladores prohibieran la mano de obra infantil.

La imagen es un lenguaje, en muchos casos, de interpretación directa y visual, por tanto, entendemos que para sensibilizar y educar la fotografía es una herramienta fundamental.

Lo que necesitamos es reeducarnos y desaprender, de poner en práctica el poder transformador, de creer que otro mundo es posible. La utopía es el motivador del cambio, por tanto es posible superar este contexto de barbarie, de degradación de valores, para superar la incertidumbre y desconcierto hacia otro modelo de vida distinto, donde las injusticias, desigualdades e impunidad desaparezcan.

Y en este proceso de cambio, la imagen y la palabra, su significado, su mensaje y su connotación son claves, porque no están excentas de realidad y diversidad, mucho menos de humanidad, ambas son piezas fidedignas para la toma de conciencia y la educación.

[Las primeras Jornadas de Fotografía Social se plantean como un encuentro para la reflexión e interpelación. Surgen de la necesidad de interrogarse acerca del papel de la imagen como herramienta para abordar contextos de exclusión social desde diferentes ámbitos. Y, por primera vez, se reúnen profesionales de la fotografía documental, periodistas, Organizaciones del Tercer Sector, de la Cooperación  y publicistas, para presentar sus trabajos y exponer la relación que se puede establecer entre fotografía, realidad y cambio social. Visítales del 25 al 28 de marzo, en el Palau de la Virreina (Barcelona). jornadasfotografiasocial.com]

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