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esde El año 2005, un grupo de mujeres, interesadas en el desarrollo integral de su Aldea, San Jorge La Laguna, decidieron formalizar su organización, estableciendo una junta directiva elegida por las mujeres comunitarias, para formar la comisión de la mujer de San Jorge La Laguna, grupo respaldado por la ley de Consejos de Desarrollo Urbano y Rural. En el año 2010, decidieron que emprenderían alguna actividad productiva, con el fin de generar algunos ingresos, para actividades formativas, recreativas y de beneficio para las mismas mujeres de la comunidad; luego del consenso, llegaron a la decisión de capacitarse en la actividad de elaboración de Veladoras, debido a que tienen en su aldea una iglesia antigua que recibe visitas de poblados cercanos. Con el entusiasmo puesto en las integrantes del grupo y el apoyo del COCODE y de ONG locales y extranjeras, lograron aprender y equipar el salón de usos múltiples de la aldea, con estufas y recipientes para elaborar el trabajo de veladoras.
A la fecha, las mujeres siguen organizadas y trabajando en su proyecto, debido a que la demanda de veladoras se ha establecido en la aldea a través de los años y son los/as mismos/as pobladores/as que fomentan la compra con las mujeres, situación que ha motivado para que el grupo siga unido y comprometido con este proyecto comunitario. La comisión de la mujer, que es un espacio abierto, permite renovar los cargos de junta directiva, por tanto, las mujeres que van asumiendo algún cargo en la comisión de la mujer, tienen como parte importante de su desempeño, el aprender a elaborar las veladoras y también enseñar a las mujeres que se incorporan a algún cargo.

Luego de varios años de experiencia y trabajo en torno a las veladoras, decidieron que aprenderían a elaborar candelas de cera de diferentes tamaños, para diversificar los productos ofrecidos y aprovechar el equipo y conocimiento ya adquirido a lo largo de los años, de esta cuenta es que en el mes de enero, solicitaron al Centro de Promoción y Desarrollo Rural de MAIZCA, poder apoyarles para desarrollar el taller, el cual fue ejecutado con éxito y entusiasmo de parte de las mujeres, quedando satisfechas y contentas con este nuevo aprendizaje, que no solo les generará mas ingresos, sino también, aporta al fortalecimiento organizacional de la comisión de la mujer de su aldea, para continuar con la tarea voluntaria de promoción y respeto de la igualdad de género en su comunidad.