Shantal Munguía es luz, calidez y alegría en un mundo que muestra el ser trans como algo oscuro, frío y triste. Su historia y sus batallas personales contra el sistema ultraconservador de Honduras quedó registrado en el documental m/f/x. El filme se presentó recientemente en Guatemala y la protagonista conversó con Nómada sobre su experiencia.

Por Francelia Solano, 28 de Febrero de 2020

Shantal Munguía es una periodista hondureña y mujer trans que participó en m/f/x, una pieza documental dirigida por el holandés Koen Suidgeest y que presenta las historias de vida de tres personas trans: una masculina, otra femenina y una no binaria en Vietnam, Honduras y Holanda, respectivamente.

Shantal Munguía estuvo recientemente en Guatemala para presentar el documental junto a los realizadores y para aportar su experiencia en el debate acerca de la discriminación, acoso y exclusión que viven las personas trans en esta parte del mundo.

Shantal rompió muchos esquemas en su país. Y abrió el camino para cambiar la realidad de las mujeres trans y de la comunidad diversa en Honduras. Estudió comunicación social con la idea de convertirse en periodista y actualmente trabaja en el primer programa de televisión hondureña que tiene como conductora a una mujer trans. En este se habla sobre educación sexual y temas de género y de la comunidad LGBTIQ.

Su llegada a la televisión

En el documental m/f/x se aborda la faceta profesional de Shantal como conductora de un programa que se transmite en vivo durante la noche en Honduras. Pero su llegada a las pantallas fue luego de la discriminación que sufrió al participar en un concurso de belleza en la facultad de Comunicación en la Universidad Nacional Autónoma de Honduras (UNAH).

Shantal cuenta que sus compañeros la instaron a participar en un evento de belleza llamado La novia del periodismo. Ella aceptó pues le aseguraron que querían ser incluyentes y visibilizar a la comunidad LGBTIQ. Pero luego la excluyeron de las actividades de promoción.

Recuerda ahora, entre risas, que una amiga se enteró de esta situación y escribió en el diario La Tribuna de Honduras sobre esta actitud discriminatoria. Luego de esto los medios comenzaron a contactarla. Durante estas entrevistas, Sergio, el dueño del medio de comunicación donde Shantal trabaja, le ofreció empleo.

La periodista cuenta que el programa ha tenido muy buena aceptación y que poco a poco logran abrir un poco la mentalidad de los televidentes.

—Ellos ya aprenden que no es Shantal la sexoservidora, no es Shantal la que se ve en una esquina, no es Shantal la ladrona o la que se droga. Ahora me ven como Shantal, la profesional, la primera mujer transexual graduada como licenciada en periodismo en la Universidad Nacional Autónoma de Honduras—, dijo.

Educación superior para personas trans

Shantal cuenta con orgullo que es la primera persona abiertamente transgénero graduada de la UNAH, pero no solo eso, también es la primera de todo el país.

Shantal se autodescribe como una persona nerd, que le gusta estudiar y leer. Actualmente continúa sus estudios y asegura que busca ser un ejemplo para futuras generaciones trans en su país.

Pero llegar a esa meta no fue fácil, explica que se graduó de maestra de educación primaria, pero luego de la transición en ningún lugar querían contratarla. Le sugerían dejar de vestirse como mujer y no maquillarse.

—No miran tus capacidades, ven tu físico—, asegura.

Es por ello que tuvo que comenzar a trabajar como escort y ejerció la prostitución. Munguía asegura que la misma sociedad machista lleva a las mujeres trans a esta situación. Esto debido a que las posibilidades de encontrar un trabajo digno sean nulas.

Con esto logró pagar su estudios y asegura que sin ese esfuerzo, no hubiese podido ser lo que es hoy.

—No me importaba que al terminar la universidad no tuviera trabajo. Para mí tener mi título ya era un logro, porque siendo quien soy me pude graduar—, dice con una risa llena de orgullo.

Otros obstáculos

Shantal tiene un título académico que la hace sentir una mujer realizada, sin embargo, el documento no tiene escrito su nombre actual sino como se llamaba antes de la transición. Ahora es una lucha personal para que su diploma diga en letras grandes Jasslyn Shantal Munguía.

A diferencia de la legislación guatemalteca, en Honduras no se permite el cambio de nombre acorde a la identidad de la persona. Cuenta que actualmente hay una ley engavetada de identidad de género.

—La gente continúa pensando que la aprobación de una ley como ésta es el equivalente a aprobar el matrimonio igualitario—, expresa Munguía.

Pero este no es el problema más grande.

En Honduras el 90% de las homicidios violentos hacia las personas de la comunidad LGBTIQ quedan impunes, según estadísticas del Comisionado Nacional de los Derechos Humanos en el vecino país.

En Guatemala no existen cifras de crímenes de odio contra esta comunidad, pero según la Asociación Otrans en este país, en 2018, fueron asesinadas al menos 22 personas LGBTIQ y 17 asesinatos más ocurrieron en 2019.

Shantal aborda el tema de la violencia contra la comunidad diversa en el documental, donde además cuenta que vio cómo mataron a una de sus compañeras trans que ejercían la prostitución.

—Todo queda en la impunidad—, asegura

—Podés ir a pararte con una pancarta todos los días frente a las instituciones de justicia que no va haber ninguna respuesta—, añade con decepción.

La lista de problemas es interminable: la discriminación, el poco respeto a los derechos humanos más básicos, los tratamientos hormonales clandestinos y el suicidio en personas trans es solo un poco de lo que deben de sufrir.

Entre toda esa pila de problemas, el ser trans parece un mundo oscuro del que nadie desea formar parte. Pero para Shantal, aceptarse a sí misma es de las satisfacciones de las que pocas personas y medios hablan. Para ella fue liberador amarse tal como es, aceptar lo que la hace diferente del resto y abrazarse a ella misma.

—Todo el mundo te pinta el ser trans como algo oscuro—, remarca.

No es un mundo negro, es un mundo de color, asegura. Es feliz y lo refleja.

—Amo el calor, me gusta la luz, los colores, me recargo con el sol—, dice.

Con su energía y entusiasmo busca contagiar a otras personas que aún no se atreven por miedo al qué dirán. Shantal quiere ser esa persona que impulse a la comunidad trans a escapar de la lluvia y llegar al final del arcoíris.


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